viernes, 31 de enero de 2014

Dejar de Posponer la vida

Una de las cosas que añade fuego innecesario a la ansiedad es posponer aquellas cosas que deseamos hacer o que debemos hacer como parte de nuestras responsabilidades. Es importante organizarnos. Usar una agenda o un cuaderno y anotar esas cosas que tenemos pendiente y establecer las estrategias para llevarlas a cabo.

En el siguiente artículo encontrará información valiosa sobre este aspecto. Que lo disfruten.

http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/posponer.html

La posposición y su solución.


Posponemos para evitar la angustia o el malestar, sin darnos cuenta que nuestros problemas crecen y el sufrimiento también.
¿Con frecuencia dejas las cosas
para después?




Estás dejando pasar el tiempo
y perdiendo grandes oportunidades.





"Posponer algo fácil lo convierte en difícil. Posponer algo difícil lo convierte en imposible". George Claude Lorimer






1.- Conocer las causas por las que posponemos.

2.- Saber qué hacer.





El hábito de posponer.


Posponer es dejar para otro momento, algo que puedes o necesitas hacer ahora.

Cuando posponer se vuelve un hábito, provoca estrés, puede causarnos problemas con los demás y nos impide desarrollarnos plenamente.

Posponemos, esperando que "mágicamente" se realice sola la tarea o actividad que tenemos que pendiente o que algo suceda y ya no sea necesario llevarla a cabo.

¿Por qué posponemos?

Entre las principales causas encontramos que:
  1. Ya se volvió un hábito.
    Independientemente del motivo inicial, cuando posponemos constantemente, se vuelve una conducta automática.
    Posponemos cualquier situación molesta, desagradable, estresante, etc., aunque podamos solucionarla con relativa facilidad.


  2. Por aprendizaje.
    Si de pequeños, vimos a nuestros padres posponer constantemente, muy probablemente, nosotros también tendemos a hacerlo.
  3. Nos falta motivación.
    Podemos estar desmotivados por varias razones:
    • Se trata de algo que no es importante para nosotros, por lo que siempre le damos prioridad a otras cosas,
    • no nos gusta lo que tenemos que hacer, aunque sabemos que es importante,
    • no estamos convencidos de sus beneficios,
    • es una actividad que nos es impuesta y la posponemos como una forma de rebelarnos,
    • nos sentimos abrumados por:
      • La falta de tiempo,
      • la magnitud del proyecto.

  4. Queremos evitar algunas emociones negativas.
    Por ejemplo:
    • La ansiedad producida por:
      • No obtener los resultados obtenidos (a partir del perfeccionismo o de expectativas inalcanzables),
      • no tener los conocimientos necesarios,
      • el temor a ser criticados por otras personas.

    • El miedo a:
      • Sentirnos autodevaluados,
      • rechazados por los demás,
      • los resultados que podemos obtener.
        Esto se da, sobre todo, en las situaciones en las que están involucradas otras personas.

  5. Cuando posponemos, tenemos la disculpa, ante nosotros mismos y ante los demás, de que nuestros "fracasos" o errores no se deben a nuestra incapacidad personal, sino al hecho de no haber podido llevar a cabo la actividad que teníamos pendiente.






 ¿Qué hacer? 
Recuerda que posponer, no es la solución, es multiplicar los problemas.

Para deja de posponer es necesario:
  1. Reconocer honestamente que estamos posponiendo.


  2. Estar dispuestos a trabajar para modificar nuestros:
    • Pensamientos,
    • conductas,
    • emociones negativas.

  3. Aprender a:
    • Automotivarnos,
    • organizarnos,
    • manejar nuestro tiempo,
    • establecer metas a corto y largo plazo.
No siempre posponemos.
Existen áreas de nuestra vida en donde lo hacemos y otras en donde no lo hacemos.

Toma una hoja y divídela en tres columnas.
Revisa todas tus actividades y relaciones y anota en la primera columna todas aquellas situaciones en las que tiendes a posponer.

No importa si son importantes o no.
Simplemente anótalas.
No te califiques, ni te critiques.
Al contrario.
Felicítate, porque estas siendo valiente y honesto y porque estás trabajando por una vida mejor.

Ahora analiza cada una de esas situaciones y en la segunda columna escribe por qué crees que lo haces.
Puedes apoyarte en las causas arriba descritas o puedes encontrar una razón personal.

Escribe en la tercera columna, todo aquello que has dejado de obtener o todo lo que lograría si no pospusieras.
Tanto las cosas pequeñas de cada día, como los grandes logros.
Entre ellas, anota una mejor autoestima, ya que te sentirías mucho mejor contigo mismo si no pospusieras y tendrías más éxito, conocimientos y experiencia, en aquellas cosas que has dejado de hacer.
Toma varias tarjetas y anota con letras grandes: en los próximos meses voy a lograr:
Y anota todo lo que pusiste en la columna número 3 y colócalas en lugares en donde las veas con frecuencia.
Mientras más tarjetas hagas mejor.
Te sirven como recordatorio y te ayudan a mantenerte motivado.

Si la gente te pregunta de que se trata, les puedes decir que estas trabajando para tener una mejor calidad de vida y lograr un mayor éxito en lo que haces.

Si tu problema es de cambio de hábitos o de aprendizaje, recuerda que todo lo que aprendimos, podemos cambiarlo por un nuevo aprendizaje.
Concéntrate en aprender y reforzar la nueva conducta y la vieja perderá fuerza.

Enfócate en trabajar en las actividades que no te gustan, durante periodos cortos, no más de 30 minutos y date una recompensa después de ese tiempo.
Repite este patrón las veces que sea necesario.
Siempre es mejor las recompensas inmediatas, que las que se dan solo por los resultados finales.

Si no estás motivado, averigua por qué.
Si no te gusta y no es necesario, no lo hagas.
Si no es importante para ti, pero lo es para una persona a la que quieres, piensa que lo haces por ella y por lo que ella representa para ti.

Si necesitas hacerlo, porque es parte de tu trabajo u obligaciones familiares, hazlo temprano y quítatelo de la cabeza el resto del día.

Dale un sentido a tu trabajo y sobre todo a aquellas actividades que necesitas hacer y no te agradan.
¿Conoces la historia de la catedral de Burgos?

Cuentan que un caballero que hacía el camino de Santiago, se detuvo a descansar en Miranda de Ebro.
Mientras reposaba, miraba a tres canteros que realizaban exactamente el mismo trabajo, pero con una actitud muy diferente. Intrigado, le preguntó al primero:
- Perdone, ¿qué es lo que está usted haciendo?
El hombre le contestó de mala manera:
- ¿No lo ve? Estoy picando piedras.

Entonces, el caballero se acercó al segundo, que trabajaba muy concentrado en su labor y le hizo la misma pregunta.
El cantero se volvió hacia él y con mucha parsimonia le empezó a relatar:
- Está clarísimo.
Pulo las piedras con el cincel y el buril, para que puedan ser trabajadas más fácilmente.

Por último, el caballero se dirigió hacia el tercer hombre que silbaba y cantaba mientras picaba las piedras.
Al oír la pregunta, el cantero miró al forastero con una amplia sonrisa y le respondió entusiasmado:
- ¡Estoy construyendo la catedral de Burgos!

Escribe los pensamientos relacionados con la posposición y trabaja con los estilos de pensamientos que identifiques en ti y que necesiten ser modificados.
Aprende a manejar el tiempo, a establecer tus metas y llevarlas a cabo.









Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Maestría en Terapia de Pareja.
Terapia individual y de pareja.
Citas:
Tel. 044 55 1924 9863 (Ciudad de México).
e-mail:.bienestar.e@gmail.com

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